TODO ACERCA DE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO

Todo acerca de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

Todo acerca de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

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Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la gravedad y profundidad de todas las llagas y heridas de su hijo, reavivando el dolor.

La ciencia lo confirma: se encuentra la misma sangre tipo AB en hostias investigadas en milagros eucarísticos

Lógicamente que quien pueda topar más de lo obligatorio, haría muy bien en hacerlo (de acuerdo a sus reales posibilidades). Pero esto no significa que se le prohíba un boato o un capricho lícito ni que tenga que atinar a la Iglesia todo lo que no le sea estrictamente necesario.

Muchos sacerdotes de acento española buscan que determinado les muestre la modo de celebrar este venerable rito y no encuentran quien les explique. Aquí advertirán esa explicación completa y a la hora que la deseen. Incluso, si gustan, podrán apearse estos videos a su PC para su uso personal.

Estas reflexiones son únicamente sugerencias, usted puede hacer sus propias meditaciones en su mente sobre los siete dolores de la Doncella María mientras reza las siete Ave Marías. Al meditar los 7 dolores de María, puede rezar la oración final por los 7 dolores.

Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección maternal a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su aprecio y obedezca Su divina voluntad.

Es importante destacar que esta actos no investigación adorar o elevar a María al nivel de Dios, sino distinguir su papel peculiar como Origen de Jesús y maniquí de virtudes cristianas.

Inexplorado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, luego de acaecer sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo serio Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún anciano sería el dolor espiritual por ser una engaño y una humillación tan ínclito; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

«Les defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y les protegeré en todos los instantes de la vida»

Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida. Los asistiré visiblemente en aoraciones el momento de su muerte; verán el rostro de su Origen. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la bienestar eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

Sus miembros llevan una intensa vida de oración individual y comunitaria y en ella se forman sus jóvenes aspirantes.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste Cuadro el momento cumbre de su pasión; Tú misma igualmente te apreciaríCampeón fallecer de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.

7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la bienestar eterna luego que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y Gozada infinito."

Veamos lo que dice el Papa Pio XII con motivo de la celebración del año Mariano de 1954, en relato a las lágrimas de la estatua de Siracusa:

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